Están en su mesita Adrián, Iesus, Sergio, Marcos y Jose Ángel y uno de ellos dice imitando mi tono:
- Vamos a bajar el tono, por favor.
Iesus dice:
- Yo solo estoy respirando.
Y remata Marcos diciendo muy serio:
- Yo, ya vengo respirado, ya he respirado esta mañana en mi casa.
Por suerte, cada día con ellos es un día diferente y lleno de sorpresas.
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