Todo empezó con Carmen, Iesu pregunta:
- ¿Quién es el gatito?
y Carmen sin hablar levanta sus "patitas" (ya esta metida en el papel, lo único que hace es miau y gestos con su cuerpo).
Iesu le dice:
- ¿Estás malita? Carmen le vuelve a mostrar sus "patitas"
y la veterinaria le dice:
- ¿De las patitas? Carmen (que es gata, no habla) afirma con la cabeza.
Comienza el reconocimiento médico:
Cuando termina Iesu de reconocer a la paciente, le dice:
- Diagnóstico favorable.
Pero Carmen no ha sido la única en pasar por su consulta, algunos iban de manera voluntaria, otros obligados, porque ella decidía o que tenían mala cara o que les dolía la barriguita,....
Estos han sido algunos de sus pacientes:
Cada consulta iba complementada con canciones, para relajar al enfermo o enferma o con comentarios tipo:
- ¡Preciosa, bonita! ¡Te como!
Bonito día, nunca dejan de sorprendernos.
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